¿Quiénes somos y de dónde venimos los anticuarios?

Todo se lo debemos a un Anticuario italiano cuyo nombre familiar fue Pizzicolli, pero su verdadero nombre era Ciriaco de Pizzicolli o Ciriaco de Ancona (Ancona 1391- Cremona 1455) uno de los primeros humanistas que mostró interés por salvar del olvido y la destrucción los testimonios materiales del pasado. Por ello, sus contemporáneos le conocieron como Anticuarius, y es considerado por muchos autores como el fundador de la Arqueología y el Anticuariado.

Fue uno de los primeros en reconocer la importancia de las fuentes clásicas para el estudio del mundo antiguo, de ahí que en sus viajes siempre llevase una copia de las obras de Estrabón. De formación autodidacta, amplió sus conocimientos con diversos viajes tanto en la Península Itálica como por Egipto y la cuenca oriental del Mediterráneo, aprovechando las embajadas comerciales que la ciudad de Ancona tenía en esos territorios. En todos estos viajes siempre contó con el apoyo del Papa Eugenio IV, Cósimo de Médicis y el vizconde de Milan, interesados como él en el legado del mundo clásico.

Nacido en el seno de una familia de mercaderes se dedicó al comercio, y durante sus viajes comerciales a través del Oriente coleccionó una gran cantidad de inscripciones, manuscritos y otras antigüedades. Regresó en 1426 después de haber visitado Rodas, Beirut, Damasco, Chipre, Mitiline, Tesalonica y otros lugares, oficio que pronto abandonó para dedicarse a los estudios de la Antigüedad clásica, de la cual investigó la historia y aprendió sus lenguas. En numerosos viajes por Italia, Dalmacia, Grecia y Egipto redactó detalladas descripciones de los antiguos monumentos acompañándolas de ilustraciones realizadas por él mismo.

Dotado de una gran curiosidad, descubrió varios legajos y adquirió documentos y códices, acumulando la suficiente cantidad de datos como para escribir sus "I commentarii" ("Los Comentarios"), obra en seis volúmenes que desafortunadamente fue destruida en 1514 por el incendio que se produjo en la biblioteca de Alessandro y Constanza Sforza en Pesaro; asimismo redactó una serie de manuscritos documentales que donó a la ciudad de Ancona pero que en 1532 se perdieron durante el incendio del archivo de esa ciudad. 

Los anticuarios somos especialistas en el conocimiento y estudio de las cosas antiguas, es decir el arte, las antiguedades y los articulos de coleccion, adquirimos piezas a particulares, en ferias, a moinantes y quincalleros, y por supuesto en almonedas, las restauramos e identificamos y mas tarde tratamos de revenderlos…todo gracias a Pizzicolli que nos abrió este maravilloso mundo.

Atte

Jesus Vazquez Montero

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