Los anticuarios también sufrimos

Vender artículos con corazón y alma no es fácil, desprenderse de los mismo es aún más difícil y si hablamos de recolectarlos o de saber comprar ya hablamos de algo realmente dificilísimo.

Como sabéis ElAnticuario no nace de una tradición familiar, vengo de otro sector y nada tiene que ver con las antigüedades, pero con esas actividades aprendí a entender al consumidor, saber que le puede gustar, que es aquello que pretende con lo que ha adquirido o simplemente analizar la tendencia del mercado. Desde muy pequeño me sentí atraído por las tiendas de antigüedades, por los moinantes y por los feirones y mercadillos, siempre hay un ambiente alternativo muy seductor para mis ojos.

Para saber vender hay que tener actitud de compra, y así hay que entender nuestro mercado, pero lo que realmente define nuestra marca o nuestra tienda es lo que compramos, una vieja puerta, unos platos realmente diferentes o un biscuit distinguido es lo que marca la diferencia.

ElAnticuario compra principalmente a particulares, personas que se deshacen de una herencia que ya no significa nada para ellos y lo colocamos en un mercado que, si hay demanda, aparentemente es fácil, pero nada más lejos de la realidad, comprar es difícil y encontrar piezas cargadas de historia lo es aún más.

Y como sufrimos cuando vendemos algo a quien no lo merece o quien no va a respetar ese objeto con historia que ya no puede portarse como algo nuevo…ahí el sufrimiento es doble.

No podemos darle vida de nuevo a algo que tiene 100 años, es como exigirle a un anciano un comportamiento de joven y eso es imposible.

Detrás de cada objeto hay un origen, yo siempre lo pregunto, tenemos objetos que han pertenecido a la familia real, objetos que fueron de coleccionistas ávidos y que sus descendientes ya no sienten placer en esa colección o antigüedades que han salido de una capsula del tiempo y parece que salieron ayer de una tienda.

Yo acostumbro siempre a contar la historia detrás de la pieza cuando la conozco, me ayuda a identificarla y me ayuda a venderla mejor, y los clientes agradecen mucho tener algo que forma parte del acervo cultural de nuestro pais.

Ferrol es una ciudad muy singular, tiene 10 siglos de historia, ahí es nada, y el boom demográfico partió del año 1750 donde nació el barrio ortogonal de la Magdalena formado por 44 manzanas perfectamente alineadas y con el mismo tamaño y longitud. La Ciudad de Ferrol y su Puerto de la Ilustración supone una obra de arte del genio creador humano por ser el modelo más perfecto de la ciudad naval del siglo XVIII, Es un claro ejemplo de la universalización y del intercambio de valores que representa la combinación entre la excelencia técnica y el diseño teórico ideal ilustrado. En la construcción del puerto y ciudad de Ferrol confluyeron las diversas doctrinas y modelos de las Reales Academias que en su trabajo combinado consiguieron materializar las ideas arquitectónicas, tecnológicas y técnicas de la Ilustración, que posteriormente fueron replicadas en otros lugares de Europa y del mundo.

Esta es una de las causas principales por las cuales aquí hay tantas y tan buenas antigüedades, ya en el XVII nuestra ciudad era de las mas cosmopolitas de nuestro pais, eso trajo universalidad y por supuesto recuerdos de otros paises y otras culturas, esta es la causa de haber tanto y tan bueno…con lo cual estamos en un paraíso para comprar bien.

Solo para que os hagáis una idea en La Coruña del XVIII había 10.000 habitantes y Ferrol superaba los 30.000 convirtiéndose en el mayor núcleo urbano de Galicia superando a Santiago de Compostela, por aquí pasaban comerciantes navales, grandes especialistas europeos y multitud de vascos y catalanes ávidos del comercio de nuestra próspera ciudad y todo eso nos hizo vivir en un cosmopolitismo constante….Ferrol es arte, cultura, tradición, pero es industrial, es rápida, innovadora y sobre todo una ciudad con mucho gusto.

Atte

Jesus Vazquez Montero

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