Juego de delicadas botellitas artesanales, pintadas o talladas en detalle, diseñadas para contener snuff. ¿De qué estamos hablando? De tabaco pulverizado, pero no para fumar sino para aspirar con fines medicinales (Catalina de Médicis lo usaba para tratar la migraña) y más conocido en español como rapé. Lo curioso es que este hábito (que continúa hasta el día de hoy) es originario de las Américas. Con la conquista fue adoptado por los colonizadores y para mediados del siglo XVII ya era parte de la cultura de China.